Una amplia variedad de accesorios, pero con un concepto muy
particular.
Desde hace un tiempo se abrió el espectro y se comenzó a dar una
prioridad a la pieza única.
Si te gusta la originalidad, la
distinción, el diseño y la artesanía, piezas únicas son lo tuyo: originales
piezas de diseño que hacen destacar el carácter y personalidad de quien las
lleva.
Bolsos, pulseras, ropa, colgantes,
anillos... te costará decidirte cuál elegir por sus diseños creativos, únicos y
atrevidos.
La esencia de la disciplina radica en la
capacidad de crear un objeto que pueda relacionarse con su entorno, usuarios y
espacio.
La relación entre el diseño y la tradición no es
nueva, la era industrial separó las ocupaciones: diseñadores por un lado,
artesanos por otro. Los primeros imaginarían; los segundos replicarían.
Artesanía es lugar y contexto
(podríamos decir lo mismo del diseño), su valor es perpetuar los conocimientos
y no en ajustarlos a las exigencias del mercado. El diseño es reflejo de los
cambios sociales y culturales.
Lo que define al diseño contemporáneo
en el nuevo siglo es cómo se presenta y habla de artesanías, que parece más una etiqueta publicitaria que
un reconocimiento a la disciplina que se integra, necesariamente, a la
tradición.
Lo “hecho a mano” o la producción que
se inspira de las artesanías como algo “nuevo”, “único”. Pero la tradición no pertenece a los muertos, no es estática. Los
procesos se modifican con el tiempo, mientras nuevas manos trabajen los
materiales nuevos objetos se realizarán.
Utilizando esta increíble mano de obra para crear
estas piezas únicas y diferentes que hablan sobre la tradición pero con un punto de vista muy
nuevo y muy diferente”.
Pero el fetichismo de la artesanía (o de la mercancía) no es nuevo, el
término acuñado por el crítico de diseño Justin McGuirk se refiere a las etiquetas que abrazan los
diseñadores para integrarse al mercado internacional, pero advertía hace
cuatro años:
Lo que hay aquí es una nostalgia
postindustrial por la preindustria. En una cultura con excesos de mercadeo y
bienes baratos producidos masivamente, idealizamos lo hecho a mano porque
anhelamos calidad, no cantidad. La ironía es que mientras los consumidores
occidentales aspiran a la artesanía, la mayoría de la población en el mundo
vive en países que tienen comunidades artesanales que aspiran a industrializar
los productos. La manufactura masiva será esencial para sacar de la pobreza a
mil millones de personas y proveer bienes básicos que damos por hecho hace
mucho tiempo.
La intención, se sabe, es llegar a
nuevos clientes, entrar al mercado global. Se busca un mercado
desterritorializado pero la artesanía siempre está pegada a la tierra de donde
proviene.
Veo cómo la
gente transmite su energía, su estado de ánimo, sus deseos y hasta sus
frustraciones a través de la ropa.
No usen
imitaciones. No hay nada más bonito que la originalidad. Poco importan las
marcas cuando las piezas se saben lucir.
Seguro que conoces muchos amigos que se han
lanzado al mundo del emprendimiento y han llevado a cabo su verdadera pasión:
creación, diseño, moda…Aquí un pequeño homenaje a Siete Coronas emprendedora que
se han liado la manta a la cabeza y ha decidido montar su propio negocio.
Tenemos una colección que no tiene que ver con la moda porque lo
que intentamos es mostrar que nuestras piezas no tienen fecha de vencimiento.
Te compras un accesorio nuestro y lo podéis usar siempre.
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