Zentai
Los ropajes apretados que
cubren el cuerpo entero se llaman comúnmente Zentai (del japonés ゼンタイ). Esto es una contracción de zenshin taitsu (全身タイツ) ("ropa ajustada de cuerpo
entero") o una traducción directa de "cuerpo entero" (全体 zentai). El traje zentai generalmente
está hecho de nilón o spandex,
pero también se pueden emplear otros materiales como algodón y lana.
Tales trajes
fueron primeramente desarrollados para el uso en la danza moderna, pero ahora son utilizados en las
artes para disminuir la presencia de un actor en una escena. De hecho, en el
arte tradicional japonés de títeres llamado bunraku los artistas aprendices llevan prendas
de vestir negras de cuerpo entero contra un fondo negro para producir el mismo
efecto. Los artistas lo utilizan como un medio para acentuar el cuerpo,
utilizando a veces patrones vibrantes. Esta técnica convierte al actor en un
ser anónimo,
y la representación el mismo cuerpo pasa a ser el foco de atención.
En las mayores
ciudades del mundo (pero especialmente en Japón),
las vestimentas zentai llegan a ser una escena cada vez más común como uso
recreativo tanto para hombres como para mujeres en una gran variedad de
acontecimientos que recorren de convenciones a clubes de danza, aumentando aún
más la popularidad de esta subcultura.
Los trajes de
algodón de tono carne a menudo son utilizados por cosplayers para proporcionar
una capa apreciable que se parezca a la piel del personaje animado. Cuándo tal
zentai se lleva bajo máscaras pintadas para parecerse a una personaje animado,
el efecto total se llama kigurumi.
El animegao es una variante en esto.
En los efectos
especiales de las películas y la televisión, los trajes zentai de color sólido
se emplean a veces para el chroma-key o para eliminar digitalmente al actor
de una escena.
Los trajes
encuentran también un utilidad como instrumento para la meditación. Puede
proporcionar un medio para el conocimiento del cuerpo, un foco para la
meditación por medio de los sentidos teniendo en cuenta la privación sensorial o el aumento sensorial, así como una
barrera simbólica entre el ser y el mundo. Permite también al usuario
experimentar un sentido de desnudez sin la exposición de este a un desnudo
real, especialmente cuando uno medita afuera.
No obstante, las
calles de Japón son una pasarela de tendencias surrealistas. El último grupo en unirse a este crisol de rarezas es el de los
Zentai.
Así, en las
calles de la gran ciudad puedes ver a hombres y mujeres portar trajes que los
cubren de la cabeza hasta los pies con extrañas ilustraciones.
Los
adeptos a esta indumentaria tienen diferentes formas de analizarla.Algunos la asocian con el fetichismo y con el sexo, mientras que
otros adoptan la tendencia como un homenaje a sus ídolos superhéroes.
De acuerdo
con el profesor Ikuo Daibo, de la Universidad de Mirai de Tokio, esta tendencia
puede ser un intento de distanciarse o esconderse de la realidad. Asimismo, el
investigador cree que la moda de los zentai puede ser el reflejo de la búsqueda
de una identidad propia
Achacan la fiebre 'spandex' a
la dificultad que tienen los japoneses para encontrar modelos a seguir y grupos
en los que encajar,
por lo que el Zentai se alza como una comunidad a la que pertenecer sin ser
juzgado. Son el reverso profundo de los morphsuits, que son trajes de spandex pensados
para ir a fiestas o festivales, y la versión oscura de los furries, un grupo que se viste y actúa como si de
animales se tratara. Si os parece algo insospechado y que solo podría ocurrir
en Japón, agarraos a vuestra silla: en Madrid
existe.
Elsa
Schiaparelli sentenció en 1934 que "en tiempos difíciles, la moda se
vuelve loca". Quizás esta sea la razón por la que los Zentai van ganando
cada vez más adeptos. Algunos de ellos se definen como seres introvertidos, con
problemas a la hora de interactuar. El traje les posibilita actuar con
normalidad (paradójicamente) al sentirse liberados. Dicen que el tejido les
hacen sentirse abrazados, les ayuda a liberar el estrés y tiene un uso
terapéutico.
Mientras que analizamos el
rostro, los gestos y la mirada de los demás para saber qué esperar de ellos,
este uniforme les despoja de toda identidad, por lo que el interlocutor puede
verse desvalido. Muchos
de los que pertenecen a este colectivo han perdido a sus parejas por su afición
al spandex. El profesor Kevin Volkan explicó al
National Geographic cómo algunos ven el traje como un tabú, por permitir al que
lo lleva pasear por la ciudad prácticamente desnudo.
Aunque esta tendencia nació en Japón en los 80
y hoy gana adeptos por todo el mundo (en el Reino Unido existe en grupo The Zentai Project), es muy probable que nunca se convierta en algo
más que una anécdota o una subcorriente. En Shangái ya existe el Zentai Art
Festival, en Berlín existen fiestas Zentai y en Francia están
preocupados por el hecho de que las leyes contra el burka puedan salpicarles.
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